HOMENAJE A MIS COMPAÑEROS
Cuando me siento a escribir estas líneas todavía se me humedecen los ojos. Algunos pensarán que este no es el sitio más adecuado donde expresar opiniones o reflexiones que nos hagan entristecer, pero yo pienso que este lugar sirve para compartir cosas con los amigos. A veces son cosas buenas y alegres y otras veces cosas tristes, porque a los amigos también se les cuentan las cosas tristes.
Y hoy estoy triste, muy triste. Ayer se mataron y esta mañana hemos enterrado a tres compañeros. Tres compañeros jóvenes, muy jóvenes, Fernando tenía 33 años, estaba casado con dos hijos y otro de camino, Jero tenía 29 años, estaba casado y Roberto de 29 años, era soltero. A Fernando y Jero los conocía muy bien. Con Fernando, el que llevaba más tiempo entre nosotros, compartí muchos y buenos momentos y anécdotas. Durante el pasado mes de diciembre compartimos un mes de trabajo en Bélgica; el iba de Jefe de la expedición y en todo momento se creó un excelente ambiente de trabajo y compañerismo.
Jero además de compañero era amigo. Estaba destinado en el mismo Negociado que yo, sus primeros pasos en la Unidad los dio con nosotros y todavía recuerdo con el respeto y la admiración con el que nos trataba (solía llamarnos de usted, supongo que hasta que cogió confianza). Trabajábamos codo con codo casi a diario y ya estábamos preparando todo lo que se nos venía encima para los próximos meses.
A Roberto lo conocía menos ya que llevaba solo unos meses destinado en Albacete.
Es verdad que murieron haciendo lo que más les gustaba, volar. Es verdad que no son los primeros que mueren de esta forma. En los años que llevo destinado en mi Unidad hemos enterrado a otros compañeros, pero nunca se había dado la circunstancia que fueran tres a la vez. Es posible que alguien no entienda su trabajo, pero esa no es la cuestión. La realidad es que ya no están con nosotros y de verdad os digo que eran muy buena gente.
Se que durante muchos días, mientras estemos en el trabajo, escuchemos un despegue, planeemos alguna actividad o simplemente miremos hacia arriba, nos acordaremos de ellos, se nos volverán a humedecer los ojos y a entristecer el corazón.
Valga mi pequeño homenaje desde aquí, donde comparto cosas con mis amigos, a estos tres compañeros muertos.
Os quiero poner una estrofa de un canto de los aviadores que dice:
“Si nuestras alas se quiebran,
al final de nuestro vuelo,
antes de llegar al suelo,
tus brazos, con amor se abran”
Espero que comprendáis mi estado de ánimo en estos momentos. “Cani” mándame un buen chiste a ver si levanto el ánimo.
Un saludo para todos.
Joaquín.
8 comentarios
ANTONIO LOPEZ -
Con tu mensaje has conseguido mantenerlos vivos en el corazon de estos, tus amigos, que te quieren y por ende a ellos tambien.
Un fuerte abrazo.
El caracol.
Joaquin -
Cuando me he decidido a hacerlo pienso que lo debería haber hecho antes.
Muchas gracías a Juani, a Berti, a Nieves (cuando me veas te acordarás), a Pipo, a Andrés (no se si te han llegado mis correos, tengo algún problema con mi ordenador) y a Miguel.
Me habeis ayudado.
Un abrazo. Joaquín.
juani -
Anoche después de leer lo de la muerte de tus compañeros, no quise irme a la cama sin hablar contigo, para que de alguna manera supieras que estamos aquí, no quise alargarme porque entre otras cosas estaba muerta de sueño.
Hoy ya más despejada y queriendo poner una nota positiva en todo esto, quiero decirte que me alegra ver tus comentarios en el blog, me interesa lo que cuentas y como lo cuentas. A diferencia de Nieves, por la cercanía que has tenido con mi hermano, yo te recuerdo perfectamente, a tu madre que siempre tuvo muy buena relación con la mía, a tu padre siempre tan cariñoso con nosotros y en especial con mi hermano con quien se llevaba tan bien. Seguro que allá donde esté estará muy orgulloso de ti
La idea de crear este blog, ha sido genial, nos permite a través de la distancia que ahora mismo tu y yo podamos comunicarnos, por eso tenemos que procurar que se mantenga vivo.
Un recuerdo para esos amigos que hemos conocido a través de ti, el mejor homenaje que se le puede hacer a una persona que se va, es recordar las cosas buenas que no dejó y por lo que vemos a ti te han dejado muchas.
Un abrazo muy grande.
Berti -
Nieves a descrito muy bien el sentimiento que teníamos los que no conocíamos a tus compañeros y el que tenemos después de que tú nos hayas hablado de ellos. Si antes sentía dolor por la pérdida de tres chavales jóvenes, por sus familias y amigos, ahora se incrementa cuando sabemos que uno de esos amigos es alguien a quien apreciamos, es uno de los nuestros.
Lo siento, Joaquín. Siento que tengas que pasar por esto (los que vamos para mayor desearíamos que a los jóvenes nunca les pase nada malo), y siento, de verdad, por lo que están pasando sus familias.
Como tú dices, queda el consuelo de que estaban haciendo lo que más les gustaba, estaban, seguramente, disfrutando del momento. Los que somos creyentes buscamos otros consuelos también, y en ello debemos apoyarnos.
Sería una tontería hacerle llegar a sus familias nuestros pesares, porque no somos nadie para ellos, pero deben saber que personas que no los conocían han sentido también sus muertes.
Y sí, Joaquín, sí, este también es sitio para las tristezas. No te quepa la menor duda.
Un abrazo fuerte.
NIEVES -
Desde que empezaste a escribir en el blog, intenté saber quién eras, buscar en mi memoria al jovencito de entonces. Mi hermana Lupe sí que te recuerda e intenta ayudarme, pero ni por esas. Así que había pensado contártelo un día, tal vez de forma jocosa, culpando a la edad del despiste.
Cómo imaginar que lo haría al leer tu reflexión y por un motivo tan triste.
Había oído la noticia por la radio. Ayer, en el periódico, publicaron sus fotos y al ver sus rostros, pensé: ¡Dios mío, qué jóvenes!, ¡Cuántas ilusiones rotas!¡Cuánta vida por vivir!
Hoy, al abrir el blog, me encuentro que nos hablas de ellos, los acercas a nosotros. Esa tristeza que se siente ante hechos como estos, solidarios pero lejanos, de pronto cambia. Alguien que sufre por su pérdida nos cuenta cómo eran, nos habla de sus vidas y los hace un poco nuestros.
El abrazo que te enviamos mi hermana y yo es de consuelo ante tu tristeza y de esperanza, porque el reencuentro de los amigos y de los amigos de los amigos nos sirve para sentirnos escuchados y apoyados.
¡Animo, mucho ánimo!
Juani -
Ya sabrás que mi hijo Alberto también es militar y ultimamente no soporto ver en la tele imagenes relacionadas con los conflictos bélicos que tenemos ahora mismo en el mundo. Tengo mucho miedo por él sobre todo cuando nos dice que en cuanto pueda se va ir a colaborar en las misiones de paz en los que participa España.
Sé que tendremos que aprender a convivir con el miedo y además ser felices por ver lo feliz que es él
Todos los días le pido a Dios que me lo protega pero despúes de leer tu comentario creo que si en el ejercito hay gente como tu mi hijo va a estar bien protegido espero que a lo largo de su vida militar se encuentre con muchos joaquines.
Que Dios te bendiga y que nunca pierdas esa senbilidad ante el dolor ajeno.
y ya sabes a partir de ahora cuando llegue un novato nuevo piensa en mi hijo y tratalo con esa bondad que siempre has desprendido a tu alrededor.
un abrazo muy fuerte joaquin.
Pipo -
En un atraco.
- Señora, la cartera o la degollo!!!
- Goyo dale la cartera.
(malo eh?).
Miguel Ramos -
Cuando oimos la noticia en la tele, Comentaba con Manoli que seguramente tu deberias conocer a los pilotos, pero lo que no sabia es que tenias ese grado de complicidad con ellos, vamos que erais tan íntimos amigos.-
Son pérdidas irreparables, yo el único consuelo que te puedo dar, en un momento así, es que pienses, que si has pérdido a grandes amigos, creo que por otra parte has recuperado a otros amigos que estaban ahí desde hace mucho tiempo (y no lo digo por mí, como tu sabes) me refiero a la "viejatropa", y particularmente me siento satisfecho de que el blog te haya servido en cierta forma para desahogarte en un momento tan duro.-
Animo Chuchi, que hay seguir adelante.-
Un abrazo, y besos para Concha y los "peques"